River jugó un gran partido y goleó en el Monumental a Alianza Lima por 3-0. Si el Millonario le gana en Chile a Palestino, se meterá en los octavos de final de la Libertadores.
River necesitaba un partido así. Un triunfo así. Una noche implacable. Excelente en todas las líneas y mostrando su chapa de Campeón de América. Fue 3-0 ante Alianza Lima, pero la diferencia podría hacer sido aún mayor.
De la mano de Nicolás de la Cruz, gran figura, el conjunto dirigido por Marcelo Gallardo se acomodó en el Grupo A. Si vence el 24 de abril a Palestino en Chile se meterá en los octavos de final de la Copa Libertadores.
Golpeó de entrada el Millonario. A los 14 minutos, De la Cruz asistió a Matías Suárez y el ex Belgrano definió de gran manera para abrir el marcador. River ya empezaba a pasar por encima al equipo peruano.
Enseguida, el volante uruguayo fue derribado en el área y el árbitro Mario Díaz de Vivar marcó correctamente penal. Lucas Pratto tuvo el 2-0 en sus pies pero la mandó a las nubes.
Siguió siendo claro el local. Sin dejar dudas. Con Enzo Pérez como manija en el medio, con la claridad de Nacho Fernández y el sacrificio del Oso, de buen partido, aunque errático. River se fue el vestuario con un 1-0 mentiroso. Ya pintaba para goleada.
En el complemento, la superioridad fue aún más notoria y llegó rápidamente el gol tranquilizador: córner de Nacho Fernández a la cabeza de Lucas Martínez Quarta, quién sin marca puso el 2-0. El marcador central levantó su nivel luego de varios partidos flojos.
River continuo jugando. Con las subidas de Montiel y Angileri, con el despliegue de Zuculini y con la frialdad de Matías Suárez. Por suerte para Alianza Lima, la puntería de Lucas Pratto estuvo fallida, sino la goleada iba a ser aún mayor.
Al gran partido del Millonario le faltaba la frutilla del postre. El premio a la excelente noche de Nicolás de la Cruz: un golazo de zurda al ángulo, inatajable para Gallese. El 3-0 la daba más justicia al marcador.
Buen triunfo del Campeón de América. Para ubicarse mejor en el grupo. Para quedar a apenas un triunfo de los octavos de final. Para seguir soñando con el bicampeonato en la Libertadores. «Que la gente crea, porque tiene con que creer».
