Isotipo_Figuras3
LA BASE ESTÁ. EL CAMPEÓN DE AMÉRICA Y DE LA RECOPA BUSCARÁ SOSTENER Y EQUILIBRAR LOS NÚMEROS (IMAGEN: Getty)

Vender poco, equilibrar finanzas, incorporar algunas apuestas y sostener la base del equipo campeón de América y de la Recopa, la estrategia de River para un mercado de pases que promete tener pocos movimientos.

Como sucede en cada mercado de pases que comienza, el desfile de nombres y rumores es tan grande como la desilusión que genera que tal o cual futbolista al fin de cuentas no arribe a una institución. Los representantes juegan su partido. Los directivos también. A veces es tanto el humo generado que intoxica.

En el caso de River, el panorama parece estar mucho más claro que en otras oportunidades. Las aguas están calmas por las últimas conquistas internacionales y no necesita dar un «golpe de efecto». Sin embargo, está obligado a vender. Poco pero bien. Primero y principal, porque el club de Núñez necesita acomodar sus cuentas y luego salir en busca de refuerzos. En los pasillos del Monumental afirman a viva voz que con dos ventas de 15 millones de euros, el millonario conseguiría ambos objetivos: equilibrio financiero y dinero fresco para reforzar aquellos puestos que apuntó Marcelo Gallardo antes de iniciar su merecido descanso.

En los papeles, el último campeón de América tendría resuelta una gran parte la ecuación. ¿Por qué? El Everton inglés ejecutará en los próximos días la cláusula de rescisión de Santiago Sosa, un chico con muchísima proyección pero que hoy aparece relegado en su puesto por la presencia de varios volantes centrales de jerarquía y experiencia, como son los casos de Enzo Pérez, Leonardo Ponzio y Bruno Zuculini. A priori, sería una de esas ventas que no resiente en lo inmediato la estructura del equipo y permite resolver ese desfasaje financiero que provocó la devaluación del peso argentino en el último balance.

Más allá de la situación de Santiago Sosa, el Más Grande deberá desprenderse de al menos un futbolista más para poder incorporar. La idea es conseguir unos 15 o 20 millones de euros por una venta «fuerte». Aquí sí podría perder algún titular importante. Exequiel Palacios es el primer nombre de la lista pero no el único. Rafael Santos Borré y Lucas Martínez Quarta, por edad y proyección, son los otros futbolistas que vienen sondeando desde el fútbol europeo.

La intención de la dirigencia, por pedido expreso del cuerpo técnico, es vender lo menos posible. Que la estructura no se resienta y sostener la base del equipo campeón de América hasta diciembre. Harán lo imposible para sostener a Franco Armani seis meses más si llega alguna propuesta que lo movilice. Intentarán que renueve Camilo Mayada, la rueda de auxilio que tiene el DT millonario en defensa y en varios puestos de la mitad de la cancha. Buscarán recuperar en la pretemporada al mejor Nacho Scocco. Hasta Jorge Carrascal, que todavía no terminó de convencer, formaría parte de los trabajos preparatorios en los Estados Unidos.

¿Y los refuerzos? En ese sentido, el hincha de River no deberá «comprar» falsas expectativas. Es cierto que el entrenador comenzó a levantar el teléfono y tantear algunas posibilidades. Lo que hace siempre. De ahí en adelante, las negociaciones pasarán a manos de Enzo Francescoli y la dirigencia. Así sucedió con Paulo Díaz, que presiona desde Arabia Saudita para regresar al fútbol argentino. Además, harán un intento por algún mediapunta/extremo que pueda jugar por el sector izquierdo. ¿Emiliano Rigoni? ¿Monito Vargas? ¿Agustín Urzi? Son jugadores que gustan, pero sus cotizaciones asustan. ¿Algún batacazo que rompa el mercado? Salvo que algún «ex» decida armar las valijas y volver al país, parece improbable.

Así, la estrategia de River para este mercado de pases está lejos de ser un misterio: vender poco, equilibrar las finanzas, incorporar alguna apuesta y sostener la base del equipo campeón de América y de la Recopa. Napoleón y los suyos irán en busca de la quinta Copa Libertadores con la vieja guardia.