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EL MILLONARIO VENCIÓ A GIMNASIA DE MENDOZA Y AVANZÓ A OCTAVOS (IMAGEN: Prensa River)

River no tuvo claridad, jugó mal y apenas pudo superar a Gimnasia y Esgrima de Mendoza en la tanda de penales luego de igualar 1 a 1 en los noventa minutos reglamentarios. El único tanto del Más Grande lo marcó Exequiel Palacios.

River no tuvo una buena noche en Villa Mercedes, San Luis. Sintió las ausencias de peso en la delantera. Padeció la falta de claridad y precisión en el último tercio del campo rival. Y sufrió más de la cuenta en la faceta defensiva ante un equipo que lo atacó poco y nada.

En los primeros cuarenta y cinco minutos, el elenco de Napoleón mostró quizá su mejor cara. No estuvo fino en el último pase para dejar a sus hombres de ataque de cara al gol, pero administró bien la pelota y tuvo paciencia para hacerla circular y buscar los espacios.

La primera situación clara la tuvo el conjunto mendocino a los 4 minutos. Leonardo Ponzio perdió un balón insólito dentro del área, Lucas Carrizo la robó, desarticuló a Javier Pinola con un movimiento y remató a quemarropa, pero Germán Lux se hizo gigante y tapó el disparo con destino de gol.

El millonario avisó a los 13 minutos, luego de un tiro de esquina desde la izquierda y la aparición en el segundo palo de Julián Álvarez. El delantero juvenil del Más Grande definió mordido y de sobrepique, pero Leandro Aguirre alcanzó a desviar de cabeza sobre la línea del arco.

Más allá de algunas aproximaciones, a River le costó generar peligro en el arco de Marchiori, más allá de haber monopolizado el balón y jugar en campo contrario durante buena parte de esa primera etapa. El Lobo mendocino, con dos líneas de cuatro bien ordenadas, aguantó sin sobresaltos.

En el complemento, la historia comenzó torcida para el equipo del Muñeco. A los 11 minutos, Fabrizio Angileri derribó a Santiago López dentro del área y Andrés Merlos no dudó en sancionar penal. Ignacio Morales disparó fuerte y al medio desde los doce pasos, pero Germán Lux adivinó la intención y alcanzó a desviar el remate con uno de sus pies (y la complicidad del travesaño).

El penal errado le dio algo de impulso anímico al Más Grande, que volvió a asumir el protagonismo. River llegó el gol a los 20 minutos a través de una jugada que nació en los pies de De La Cruz, que tuvo al debutante y recién ingresado Benjamín Rollheiser como protagonista, pero cuyo autor fue el Tucu Palacios gracias a un cabezazo que alcanzó a desviar la trayectoria del remate del juvenil y terminó desacomodando a Marchiori.

La alegría, sin embargo, duraría poco. A los 24 minutos, Gimnasia de Mendoza capitalizó al máximo un córner a favor y alcanzó la igualdad gracias a un cabezazo en el segundo palo de Renzo Vera que desnudó todos los errores que tuvo River en la marca y una floja reacción de Germán Lux.

El tramo final del partido fue más de lo mismo. El millonario yendo a los ponchazos y los mendocinos bien agrupados atrás, sin dejar espacios ni cabos sueltos para que River lograra generar peligro.

La definición del encuentro fue a los penales, un escenario casi siempre esquivo para el campeón de América. Sin embargo River fue más eficaz, convirtió sus cinco ejecuciones, contó con la ayuda del travesaño en el cuarto disparo de Gimnasia y accedió a los octavos de final de la Copa Argentina gracias a una gran definición de Rollheiser en el último remate.

Así, sin sobrarle nada y sufriendo más de la cuenta, accedió a los octavos de final, instancia en la que deberá enfrentar a otro equipo mendocino: Godoy Cruz.