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EL FESTEJO DEL MILLO TRAS EL EMPATE, EN SARANDÍ (IMAGEN: Prensa River)

Arsenal y River jugaron un partido a puras emociones e igualaron 3 a 3 por la décima fecha de la Superliga. El millonario se recuperó estando dos goles abajo de la mano de Juan Fernando Quintero y con sus pinceladas ayudó a la remontada del conjunto de Núñez.

River y Arsenal empataron en 3 en el Viaducto y mostraron por qué son los equipos más goleadores del torneo. La primera parte Arsenal fue el que dominó el encuentro. Hizo lo que quiso, sobre todo por el lado de Fabrizio Angileri y Matías Gallardo, que no se entendieron en ningún momento del partido y no lograron hacer pie por el sector izquierdo de la defensa.

Los de Rondina se encontraron con el primero de sus goles luego de un córner a favor y un despeje que dejó a Lucas Piovi en la media luna, solo y sin marca. El mediocampista remató de volea, esquinado y abajo, donde Bologna no pudo hacer nada.

River recibió el cachetazo. Pese a buscar la igual, no generaba fútbol. El equipo se mostraba partido en la mitad de cancha, donde no lograba simplificar el juego, y cada pelota era perdida de forma fácil y recurrente. Tal es así que en cada balón que recuperaba Arsenal y jugaba rápido a sus delanteros, encontraba mal parada a la defensa millonaria que siempre quedaba uno a uno.

Así fue como llegó el segundo del conjunto local. Tras un corte en la mitad del campo y en una gran habilitación, Juan Cruz Kaprof cumplió la «Ley del Ex» y definió de gran manera con gambeta incluida ante la salida del arquero riverplatense.

La primera mitad terminaba con un puñado de jugadas de gol de River aisladas, por virtud y la clase de sus delanteros más que por la generación de juego. El elenco del Muñeco se fue al descanso dos goles abajo y jugando unos muy malos primeros 45 minutos.

En el complemento, a los 13 minutos Nacho Scocco recibió una asistencia de cabeza de Lucas Pratto y achicó la ventaja. El descuento le dio esperanzas a River. Los dirigidos por Gallardo ahora buscaban con mucha gente mientras que Arsenal se replegaba, pero sus salidas eran limpias y rápidas.

Cuando parecía que llegaba el empate del visitante, Paulo Díaz despejó una pelota que Bologna tenía controlada para el medio del área grande, y así como en el primer gol, Nicolás Gimenez capturó y disparó libre, sin que el #1 de River pudiera hacer nada. Así, los de Rondina se volvían a poner dos goles arriba. River seguía haciendo agua atrás y se volteaba a si mismo la ilusión de llegar a la igualdad.

Ya con la salida de Nahuel Gallardo y el ingreso de Quintero, el millonario siguió con su idea de atacar. El colombiano ejecutó un córner de manera maravillosa al primer palo, encontró la cabeza de Lucas Pratto y asistió a Nacho Scocco, que solo tuvo que empujar el balón luego que la pelota diera en el travesaño.

El Más Grande iba, pero el Arse contestaba de contra. Los arqueros sacaban las difíciles y a esa altura o River lo empataba o Arsenal lo liquidaba.

Faltando 3 minutos para el cierre, Juanfer habilitó a Suárez, que desbordó como contra Boca, envió una puñalada al área chica y se encontró con la pierna de Torrent, que terminó empujando contra su propio arco y anotando el empate del millonario en la agonía del partido. El 3-3 marcó la bronca para el local y el desahogo para la visita.

De esta forma, el empate le queda bien a un encuentro que tuvo de todo. Gran partido para el análisis, que dejó a River sin poder acercarse al puntero, pero que sirvió para sumar en una cancha difícil.

Ahora con la cabeza y el corazón en la copa.