River cometió dos errores sobre el final del partido y lo pagó muy caro. Pasó del 1-0 al 1-2 en tres minutos y se quedó con las manos vacías. ¿Qué le pasó al equipo del Muñeco?
La derrota ya está consumada. El dolor todavía invade. También la sensación que tuvo su quinta Copa Libertadores en la palma de sus manos y se escabulló en un puñado de minutos. ¿Qué pasó con River? ¿Cómo explicar las claves de esta caída impensada por cómo se había dado el desarrollo?
Tal vez no hay demasiados argumentos. Daba la sensación que el partido estaba controlado. Sin embargo, River cometió dos errores errores no forzados en el final del encuentro y se quedó con las manos vacías.
A los 43 minutos del complemento, Lucas Pratto cometió una doble equivocación. Primero, buscó un pase directo y filtrado hacia adelante que logró interceptar un defensor del Flamengo. Tuvo la fortuna que el rebote le quedó nuevamente en sus pies, pero volvió a decidir mal y su pérdida derivó en la contra del primer gol.
El millonario pareció sentir el impacto y tres minutos después cometió otro error infantil. Esta vez, el protagonista fue Javier Pinola, que intentó bajar de cabeza un bochazo largo para Lucas Martínez Quarta, que estaba a sus espaldas para cerrar por si el balón lo sobraba. En el desencuentro, la pelota quedó servida para que Gabigol fusilara a Franco Armani y le diera la victoria al Flamengo.
