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Los hinchas en Catamarca (Foto: Diario Olé)
Los hinchas de River en Catamarca (Foto: Diario Olé)

Los hinchas de River colmaron el estadio «Bicentenario» de Catamarca y vivieron una verdadera fiesta en la previa, pero explotaron de bronca ante la falta de juego y de actitud de los jugadores. Ramón reaccionó disgustado y por primera vez se enfrentó con el público millonario.

Estaba todo preparado para ser una fiesta. Con entradas agotadas y mucho colorido en las tribunas, los simpatizantes de River colmaron gran parte del estadio «Bicentenario» para ver por primera vez al equipo de Ramón en Catamarca.

Sin embargo, el clima comenzó a calentarse a partir del gol de Pablo Ruíz para el «Pincha» de Caseros y la desidia con la que muchos jugadores estaban encarando el partido. De hecho, los primeros síntomas de desencanto los vivió en carne propia el defensor Jonatan Bottinelli, que luego de una serie de errores y la jugada puntual que derivó en el gol de Estudiantes, recibió una silbatina sostenida cada vez que tocaba la pelota.

Promediando el segundo tiempo, ante la superioridad del equipo de Caseros -fundamentalmente en lo que respecta a la actitud-, desde la popular donde estaba el grueso de los hinchas que viajaron desde Buenos Aires comenzó a bajar como grito de guerra el «jugadores, la c….. de su madre/a ver si se dan cuenta/que no juegan con nadie».

En el momento de mayor desconcierto dentro del campo de juego, el entrenador millonario se levantó del banco de suplentes a refutar el cántico de reprobación con gestos y ademanes que manifestaban la bronca y la impotencia que había en el cuerpo técnico. Algunos hinchas hasta se animaron a arrojarle algunos objetos al riojano.

La despedida del equipo fue en el medio de una catarata de insultos. Ramón también se fue cuestionado por la platea más cercana al banco, que le reclamó mayor presencia de titulares durante gran parte del segundo tiempo. Algo se rompió. Y el entrenador más ganador de la historia del Club lo tiene más que claro.