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JUANJO BORRELLI CELEBRÓ EL TÍTULO DEL APERTURA 1991 A LA DISTANCIA.

(INCLUYE VIDEO) En diálogo con LA MÁQUINA RADIO, Juan José Borrelli recordó cómo fueron sus primeros años como futbolista y su llegada a River junto a Leonardo Astrada. También habló de los títulos que logró con Mostaza Merlo y Passarella y por qué decidió emigrar a un destino exótico como Grecia. Además, reveló que donó parte de ese dinero para las inferiores del club y explicó qué sucedió con Ramón Díaz cuando pegó la vuelta en 1997.

Juan José Borrelli pasó por el Instagram Live de La Máquina Radio y dejó muchas vivencias de su etapa como futbolista. Una de ellas fue su llegada al club y cómo fueron sus primeros pasos en las divisiones menores del Más Grande: «Yo llegué a los ocho años a River con el Negro Astrada, llegamos juntos. Fue algo lindo lo que me pasó, primero fuimos a Martelli, donde se entrenaba antes, y después ir al Monumental. Antes no era de sintético, era de pasto y nosotros hacíamos de local ahí. Jugar ahí en esa cancha y saber que el plantel profesional concentraba, los sábados nos miraban desde la concentración. Había monstruos mirándonos y para nosotros era una gran motivación. Hacer toda esa carrera en River, criarte desde chico, conocer todos los rincones, cada lugar te trae un recuerdo de todo lo que pasamos desde que arrancamos hasta el lugar que estamos hoy», indicó.

Juanjo recordó el día de su debut en Primera y el respeto que había en esa época por los referentes del plantel: «El día que debuto en Primera, también debutó Batista en River. Concentré con el Checho, lo volví loco El Checho quería dormir y yo no lo dejaba, hasta que me dijo que dejara de hablar (risas). Cuando lo tenía al lado era una sensación de respeto y admiración. Encima estaban el Polilla grande (Rubén Da Silva), Comizzo, Higuaín, Gordillo, que uno por ahí los miraba por televisión y después los tenías de compañeros. Uno siempre los trataba con un respeto enorme. Siempre cuento que lo veo al Beto Alonso y le digo usted porque le tengo una admiración, es un prócer. Esas cosas hoy no se respetan tanto como antes, las épocas van cambiando, la juventud va cambiando, pero sigo manteniendo ese respeto. Tuve de Coordinador a Pedernera. ¿Sabés lo que era tener a Pedernera? Lo escuchabas un poquito y te enamorás», recalcó.

Los primeros títulos llegaron a principios de los noventas, primero con el título 1989/90 y luego con la obtención del Torneo Apertura 1991: «La época de River de Mostaza una parte y la de Passarella fue muy buena cuando logramos los dos campeonatos, el del ’89/’90 que lo arranca Mostaza y lo termina Passarella y el del ’91. Fueron campeonatos con un nivel muy bueno del equipo y personalmente». ¿Una anécdota de aquellos años? «Una vez Passarella nos tuvo concentrados veintisiete días porque jugábamos miércoles y domingos. Fue el año que salimos campeones, el ’89/’90. En veintisiete días teníamos como seis partidos, nos metió un mes adentro y pudimos lograr el objetivo», recordó.

Borrelli no pudo celebrar el título del Apertura ’91. Unos días antes debió emigrar a Grecia para fichar en el Panathinaikos. Sin embargo, todo el Monumental coreó su nombre: «Ese día que la gente gritaba ya estaba en Grecia. Mi señora estaba acá y cuando me contaba lo que pasó en la cancha me quería volver para acá porque no podía aguantar el haber salido campeón, estar en otro país y no poder dar la vuelta. De esa imagen tengo el Gráfico con la camiseta 10 y la tribuna de frente que lo tengo guardado porque fue algo hermoso porque la gente se acordaba de lo que había dejado en River», comentó.

Por su parte, recordó cuál era la situación cuando tuvo que emigrar al Panathinaikos: «Cuando River me dice que estoy a la venta y era Grecia que en ese momento no era algo conocido, era una plata que le entraba a River y servía para pagar, sino quebraba. Tomé la decisión de irme para que River pudiera saldar esa deuda, que era un millón de dólares. Del porcentaje que me tocaba, me tocó casi nada y doné ese porcentaje para las inferiores de River», aseguró.

Además, dejó un mensaje para los juveniles que llegan a Primera y son vendidos a las grandes ligas: «Siempre digo que el jugador que salió de las inferiores de River y es vendido, tiene que acordarse dónde se formó. No para los entrenadores, sino para un montón de usos que se puede dar en las inferiores. El que se va, no le va a hacer nada dejar algo de plata para comprar materiales, porque saben ellos de dónde vienen», afirmó.

Consultado por su regreso en 1997 y su segunda etapa en el club, Jota Jota reconoció: «La vuelta fue linda porque se logró el campeonato y la Supercopa. Después terminó el campeonato y ahí Ramón al Mencho, a Maisterra y a mí nos separó del plantel. Fue una experiencia muy buena porque volví, jugué con esos monstruos que había…estaba el chileno Salas, Gallardo, Berizzo, el Enzo, un equipo terrible. Jugar con esos monstruos fue algo especial», señaló.

¿Te quedó algún rencor con Ramón Díaz? «No, para nada. Ya pasó, uno creció, el enojo que tenía en esa época ahora no lo tengo y no le guardo rencores. Le dio mucho a River y son cosas que quedan en el olvido» Eso sí, remarcó que nunca le haría lo mismo a un futbolista suyo: «¿Mandar a entrenar a un jugador con la Reserva o la Quinta? Si el día de mañana fuera técnico de Primera, no lo haría ni en pedo. Eso no lo podés tolerar. Más los que fueron jugadores en su momento, tomar esa decisión es muy feo», concluyó.