Isotipo_Figuras3
HERNÁN LÓPEZ MUÑOZ TUVO SU DEBUT SOÑADO Y VA POR MÁS (IMAGEN: Prensa River)

(INCLUYE VIDEO) Hernán López Muñoz habló con LA MÁQUINA RADIO y recordó cómo fueron sus inicios en el fútbol, las piedras en el camino que debió sortear y cómo fue el día soñado de su debut. Además, habló de la dura lesión que lo mantuvo un largo tiempo fuera de las canchas, del apoyo de sus compañeros y las palabras de Juanfer, Bruno Zuculini y Marcelo Gallardo, y las ganas de ver a su tío Diego Maradona algún día en el Monumental.

En diálogo con LA MÁQUINA RADIO, Hernán López Muñoz recordó cómo fueron sus inicios en el fútbol: «Tuve varias frustraciones. Apenas arranqué era muy chiquito y no jugaba mucho. Me ponía triste, pero supe sobrellevarlo con el tiempo porque lo que más amaba era jugar a la pelota. Mi familia en eso estuvo siempre ayudándome. Se me hizo bastante complicada esa etapa, pero después lo pude sacar adelante y tenerme la confianza en mi mismo, que no importaba el físico sino lo que hacía en la cancha. Eso me ayudó muchísimo», indicó en una charla vía Instagram Live.

¿Cómo fue tu llegada a River? «A fines del 2013 les dije a mis papás que me quería ir de Argentinos. Me fui a probar a River como un chico cualquiera, hice la prueba y la pasé. En ese momento me habla Gabriel (Rodríguez). Cuando fui a Argentinos a pedir el pase no me lo quisieron dar. Tuve que jugar Novena y Octava en Liga por no tener el pase. Cuando pasaron esos dos años, en AFA quedaba libre en Argentinos por no firmar la lista de buena fe, hasta que en Séptima pude jugar en AFA», recordó.

El fútbol siempre da revancha y para Hernán López Muñoz llegó el 7 de abril de 2019, el día soñado de su debut en Primera División: «Fue un conjunto de todo. Estaba cumpliendo mi sueño, que era debutar en River y en el Monumental, con el técnico más ganador de la historia del club. Estaba cumpliendo ese sueño que tiene todo chico cuando empieza a patear una pelota. Agregarle a eso hacer un gol en tu debut…más allá del resultado, individualmente fue un broche de oro. Si me decís que iba a debutar y hacer un gol no te creía. Sigo si creerlo. Es algo muy lindo, que me va a quedar marcado para toda la vida», remarcó.

¿Qué estabas haciendo en el preciso momento que te avisaron que ibas a quedar concentrado en el Monumental? «Estaba elongando en el gimnasio de Ezeiza. Habíamos terminado de hacer un reducido con la Primera. Cuando me estaba yendo al vestuario a bañarme me llama Marcelo para decirme que me vio bien y me iba a llevar al banco. Así como me lo dijo, le agradecí y me fui al vestuario. No sabía que hacer, la Reserva no había terminado de entrenar, estaba solo en el vestuario y no sabía si llamar a mi vieja, a mi viejo, llorar, gritar. Fue un momento hermoso», reconoció.

«Me tocó concentrar con Jorge Carrascal y Pomelo Vera. La pasé muy bien en la habitación. La pasé bien porque al estar con ellos en el vestuario de Reserva me ayudó a no estar tan nervioso. Lo disfruté, lo pasé como un día normal. Estaba lo que me gusta hacer que es jugar a la pelota. Cada minuto lo disfruté como nunca», agregó.

Además, resaltó los consejos que recibió de uno de los experimentados del plantel profesional: «Había hablado con algunos de los grandes en los entrenamientos. En la concentración nos sentamos en la cena y en el almuerzo al día siguiente con Poroto Lux, charlamos con él y nos dio muy buenas referencias, tuvimos una linda charla en la mesa. Son buenos jugadores y mejores personas, tanto en Reserva como en Primera siempre tratan que el que sube o no está bien de hacerlos sentir bien, de formar parte. Es un grupo humano muy bueno, hay que disfrutarlo y valorarlo porque no en todos lados hay gente así», aseguró.

En el mismo sentido, resaltó que hay una línea de comportamiento que baja desde la Primera hasta las categorías más chicas, porque River además de futbolistas, forma a las personas: «Lo lindo es que hay mucho respeto entre nosotros. El tema de la educación nos ayuda Pablo Nigro . El tema de estar bien con la ropa, ayudar a los utileros, darle una mano a los que están alrededor y necesitan ayuda. Eso también viene desde la casa. Mis viejos me ayudan a ser mejor personas. Eso es lo lindo, un grupo humano que después de entrenar se sienta a comer un asado o tomar unos mates. Si vos ves ese ejemplo, querés hacer lo mismo. Nosotros vemos a la Primera, los de la Quinta ven a la Reserva, los de la Octava a la Quinta, y así para atrás. Es un lindo espejo», explicó.

La vida del futbolista está llena de piedras en el camino y Hernán lo sabe más que nadie. Poco después de su debut en el Monumental, llegó una lesión que lo alejó mucho tiempo de las canchas y lo privó de hacer su primer pretemporada con el plantel profesional: «No es un camino derecho, parece simple la vida del futbolista, pero es enquilombada, es escalón tras escalón, retrocedés dos y subís uno. Por ejemplo, cuando debuté me rompí a los dos meses los ligamentos del tobillo. Estaba ahí, tuve que retroceder y empezar todo de vuelta. Así es la vida, estás ahí, de la nada te tiran para abajo y empezás todo de cero», afirmó.

¿En quién te apoyaste en esos momentos tan duros? «En mi familia, mis amigos, mi novia, con todos los del club, con Pablo (Nigro) que le agradezco mucho, todo el tiempo venía y me preguntaba cómo estaba de ánimo. La verdad que soy un pibe muy fuerte de la cabeza y la lesión me ayudó a reencontrarme, a ver cosas que no venía llevando bien, a ver de otra manera las cosas, que no todo es color de rosa y que esto es una piedra en el camino que hay que seguir y olvidarte», resaltó.

Además, ponderó las palabras de aliento de sus compañeros y del propio Marcelo Gallardo: «Hablar me han hablado todos. Me habló Zuculini y Juanfer, que son con los que más relación tengo y los escucho. Después me habló Marcelo y me dijo que no me apure. También me hablaron los psicólogos y compañeros, estuvieron muy atentos para que no me decaiga. Siempre voy a estar muy agradecido», señaló.

Para finalizar, admitió que no le molesta que hablen de su parentesco con Diego Maradona, que para él es simplemente su tío más allá de todo lo que hizo en el fútbol y que más allá del fanatismo de Diego por Boca, le gustaría que vaya a verlo jugar o tener que enfrentar a un equipo suyo: «Nunca se sabe. Ojalá que sí. Sería muy lindo ver a mi tío, el Diego persona, ahí en el Monumental. Sería hermoso estar en la cancha y verlo a un costado a mi tío. Toda la familia estaría contenta. Es una persona normal, hace cosas de persona normal, pero él no es normal. Es un icono, lo que diga o haga va a salir en todos lados. Es lindo tenerlo y hay que aprovecharlo», concluyó.