Oscar Ruggeri reveló secretos de su paso de Boca a River y le respondió a Pasucci, que lo trató de traidor: «Doy las gracias a Dios por haber pasado a un equipo grande», disparó el Cabezón. ¡Lapidario!
La historia del fútbol argentino indica que hay más de un centenar de jugadores que han vestido la camiseta de River y Boca. Lo que no es tan habitual, al menos en el último tiempo, es que un futbolista de uno de los dos clubes pase directamente a su eterno rival. De hecho no sucede desde 1997, cuando Sebastián Rambert se puso la banda roja luego de un breve paso por el xeneize.
A mediados los 80’s hubo un trueque que hizo mucho ruido: Oscar Ruggeri y Ricardo Gareca pasaron de Boca a River, mientras que Carlos Tapia y Julio Olarticoechea tomaron el camino inverso. Lo cierto es que el Cabezón se llevó la peor parte: apretadas de la barra boquense, amenazas y hasta el incendio de una vivienda con los padres adentro.
Esta tarde, Oscar Ruggeri recordó aquellos años turbulentos y fue mucho más lejos: «Yo lo que quería era jugar en un equipo grande y me abrió las puertas River. Estoy feliz de la vida de tomar esa decisión. Boca no era grande cuando yo jugaba ahí. Era de lo peor que había. Estuve seis años ahí y sólo cobré una vez, en el ’81 cuando vino Maradona. No teníamos ni ropa para entrenar”, enfatizó.
A la hora de comparar el nivel de ambas instituciones, remarcó: «Entré a River y parecía que me había ido a Europa, era totalmente distinto. Los jugadores cobraban, había premios, ropa, era todo normal. ¡En Boca tuvimos que pintar los números de una camiseta! Gracias a Dios tomé esa decisión porque me vinieron un montón de cosas, campeón del Mundo en el ’86, campeón con River en el ’86 con todas las copas habidas y por haber. River me dio esa posibilidad de avanzar en mi carrera. En Boca no tenía ninguna posibilidad», afirmó.
«Boca era chiquito en ese época. Cuando viene un hincha que vivió esos años y me dice que soy un traidor, le pregunto dónde estaba en ese momento y qué hizo para sacar a los impresentables que lo manejaban», cerró.
