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EL MILLONARIO FESTEJA EL GOL AGÓNICO DE PAULO DÍAZ (IMAGEN: Prensa River)

River fue mucho más que Athletico Paranaense, pero no logró plasmar la superioridad en el marcador y rescató un empate sobre la hora gracias a un cabezazo de Paulo Díaz que se clavó en el ángulo. Guilherme Bissoli anotó el tanto para el local, que terminó con diez hombres por la expulsión de Reinaldo.

En la previa, sin conocer el desarrollo del partido, llevarse un empate y anotar un gol fuera de casa parecía un buen negocio para River. Sin embargo, por cómo se presentó el partido y las facilidades que encontró el Más Grande para hacerle daño a su rival, la sensación es de un sabor agridulce.

River dominó el primer tiempo, de principio a fin. Tuvo la posesión de la pelota, los espacios y la sincronización para abrir el marcador. Le faltó precisión en el último pase y tranquilidad a la hora de tomar ciertas decisiones. Contó con un buen cabezazo de Paulo Díaz que alcanzó a manotear el arquero y un remate mordido de Matías Suárez que encontró bien parado al joven Bento.

En el complemento la mano cambió, al menos en los primeros minutos. Paulo Autuori cambió la dupla de ataque y sorprendió a River, que tardó unos minutos en acomodarse. En ese lapso, el local consiguió la ventaja a través de un remate de Guilherme Bissoli desde la medialuna del área que se clavó contra el poste derecho del arco de Armani.

El Millonario siguió buscando, sin demasiada claridad. Encontraba espacios por las bandas, pero finalizaba mal por el medio. Gallardo movió el banco y mandó a Jorge Carrascal por Nicolás De La Cruz, que salió enfadado. El colombiano generó las mejores chances de River. Hasta estuvo cerca de convertir.

Cuando parecía que el partido se moría, el elenco del Muñeco encontró el empate por la vía área. Como sucedió en un par de oportunidades, Paulo Díaz ganó en las altura y la clavó contra el ángulo superior izquierdo del arco defendido por el juvenil Bento.

En los minutos finales River fue por más y estuvo cerca de llevarse la victoria. Santiago Sosa tuvo una situación clarísima debajo del arco y pudo sellar el 2-1, pero su cabezazo se fue por encima del travesaño. No hubo tiempo para más. Los escasos cinco minutos que adicionó el juez Andrés Rojas tampoco lo permitieron.

River mereció más, sobre todo por lo hecho en la primera etapa. Rescató un empate agónico y se llevó un valioso gol de visitante de Curitiba. ¡A sellar la serie en casa, Millonario!