River y Racing no se sacaron ventajas en el clásico de la séptima fecha: igualaron sin goles en el Monumental, en un encuentro con pocas emociones en los arcos. El equipo del Muñeco jugó la media hora final con un hombre de más por la expulsión de Juan José Cáceres, pero no pudo con el cerrojo defensivo que propuso Juan Antonio Pizzi.
El clásico más añejo del fútbol argentino dejó sabor a poco. River y Racing igualaron sin goles en el estadio Monumental y brindaron un espectáculo poco atractivo. con pocas llegas y emociones en las áreas. El planteo defensivo de Juan Antonio Pizzi fue el gran responsable.
En la primera etapa no pasó prácticamente nada. El Millonario, que salió a jugar con un esquema 4-1-3-2, se vio sorprendido por el 4-1-4-1 de La Academia, que en determinados momentos terminaba conformado una línea de 6 en el fondo. La única situación medianamente concreta la tuvo el local a los 7 minutos, a partir de la conducción de Enzo Pérez y una buena habilitación para la aparición por sorpresa de Alex Vigo. El lateral llegó exigido y definió de derecha, por encima del travesaño.
En el complemento, pareció arrancar mejor Racing, que tuvo su primera situación al minuto de juego. River respondió rápidamente y estuvo a tiro del gol a través de Nicolás De La Cruz y una gran ejecución desde la pelota parada. El arquero Arias alcanzó a despejar y a tapar el intento de Julián Álvarez tras el rebote.
Los segundos cuarenta y cinco minutos parecían que iban a mostrar otra postura en la visita. Sin embargo, a los 12 minutos se quedó con un hombre menos por la doble amonestación de Juan José Cáceres tras una dura entrada sobre Matías Suárez.
Entre los 15 y los 30 minutos River pareció estar cerca de la victoria y tuvo algunas aproximaciones de peligro. Agustín Fontana, que recién había ingresado, quedó mano a mano con Arias y definió al cuerpo, como le sucedió hace una semana atrás en Mendoza. A los 29′, Jorge Carrascal, otro que entró desde el banco, estuvo a centímetros de concretar un tiro libre que salió apenas desviado.
Lo de River fue más empuje que claridad. Lo de Racing, aguantar y apostar a alguna contra o una pelota parada. El empate le terminó quedando bien a un clásico que brindó poquito de los dos. Dejó mejor posicionados en la tabla a los de Juan Antonio Pizzi, que sólo fueron al Monumental para evitar la goleada que recibieron en Santiago del Estero y lograron su cometido.
