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LOS PENALES Y EL ERROR DE TELLO DESPOJARON A RIVER DE OTRA ELIMINACIÓN A BOCA (IMAGEN: Getty Images)

River tuvo un partido heroico en la Bombonera y empató 1 a 1 frente a Boca con un equipo repleto de juveniles. Carlos Tévez anotó un gol viciado de nulidad, Julián Álvarez igualó para el Millonario. En los penales estuvo más fino el local. La gran figura fue Alan Leonardo Díaz, el arquero que debutó con el buzo del Más Grande.

Hay que aplaudir y ponerse de pie. Hay que inflar el pecho y llenarlo de orgullo. Lo que hizo River en la Bombonera, diezmado por los quince casos de Covid-19, es para ovacionar. Es que el equipo de Marcelo Gallardo, a pesar de todas las adversidades y un arbitraje localista de principio a fin, sacó adelante el partido y dejó una mejor imagen que su eterno rival. La chapa final es anécdota.

En la primera etapa, el desarrollo se vio absolutamente condicionado por el pésimo arbitraje de Facundo Tello y sus asistentes. En primer lugar, omitieron una clara expulsión para Marcos Rojo, que metió un planchazo que no resiste análisis. En la siguiente jugada, pasaron por alto un claro topetazo de Carlos Tévez sobre Jonatan Maidana. No fue un empujón menor: vino el centro, cabezazo y gol. Un choreo.

River no estuvo preciso con la pelota y sacando algunas incursiones por los laterales, le costó generar situaciones claras en el arco de Agustín Rossi. Tuvo un remate de Gonzalo Montiel que sacó Frank Fabra sobre la línea cuando el arquero había salido a cualquier lado. También un cabezazo de Jonatan Maidana que se fue por encima del travesaño y un tiro libre de Fabrizio Angileri que salió apenas desviado.

En el complemento, el equipo de Miguel Ángel Russo tuvo las más claras en el inicio. Carlos Tévez contó con dos oportunidades muy claras, pero se topó con Alan Leonardo Díaz, el arquero que tuvo su debut esta tarde en el clásico. Y cuando a River le perdonás la vida…

A los 23 minutos de juego, en una de las tantas incursiones de Fabrizio Angileri por la banda izquierda, llegó el centro pasado al segundo palo para que Julián Álvarez ganara en las alturas y anotara el gol del empate. Así, a puro empuje y corazón, el Millonario llegaba al empate que lo volvía a poner en partido y cerca de la hazaña.

El tramo final, fue casi todo de River. Con el atenuante que terminó jugando con Tomás Galván, Lucas Beltrán y Daniel Lucero, todos chicos que venían de jugar el viernes en el encuentro de Reserva. El equipo del Muñeco terminó imponiendo condiciones y terminó el partido con mucha hidalguía.

En los penales, la moneda cayó del lado del local, que estuvo más fino en las ejecuciones, a pesar del remate que contuvo el juvenil Díaz ante Cardona. Por River fallaron Fabrizio Angileri y Leonardo Ponzio. No pudo ser la clasificación, pero el resultado es anecdótico. Los pibes y no tan pibes estuvieron a la altura de la historia y representaron el ADN que define a este equipo. Orgullo absoluto.