River volvió a repetir viejos errores y se quedó a mitad de camino en la Copa Argentina: igualó sin goles ante el eterno rival y cayó 4 a 1 en la definición por penales. Gonzalo Montiel jugó apenas 45 minutos y terminó con una molestia muscular.
Luego de un un partido chato y con pocas emociones, el superclásico terminó definiéndose desde el punto penal. Y tal como sucedió hace unos meses atrás en la Copa de la Liga Profesional, el equipo de Miguel Ángel Russo fue más efectivo y terminó festejando la clasificación a la próxima instancia.
En la primera etapa, el equipo de la Ribera salió a presionar alto y sorprendió con su planteo al Millonario, que jugó incómodo y mostró una imprecisión desconocida. Sin embargo, a los 30 minutos de juego contó con la situación más clara del todo el partido: una buena combinación entre Romero y Álvarez, que terminó con un amague, freno y centro al medio del cordobés y una pifia del ex-Defensa y Justicia abajo del arco. En el rebote, definió mal Zuculini. Fue una llegada aislada de River, que jugó decididamente mal.
En el complemento, el elenco del Muñeco sufrió una baja de peso. Montiel no salió a jugar el segundo tiempo por una molestia muscular y lo reemplazó Casco. Más allá del cambio, River mostró una franca mejoría. Más fino con la pelota, manejó los hilos del partido y generó desde esa circulación varias ocasiones. Sin embargo, la más clara llegó desde un error en la salida de Varela y de la recuperación de De La Cruz, que tocó con Romero y su remate salió a pocos centímetros del ángulo superior izquierdo de Rossi. El uruguayo también contó con un remate desde afuera del área que se fue apenas ancho del travesaño.
En los penales, la historia repetida: Álvarez y Romero fallaron sus remates y River se quedó sin la chance de acceder a los cuartos de final de la Copa Argentina. A cambiar rápidamente de chip y meterse de lleno en Atlético Mineiro y la CONMEBOL Libertadores.
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