River goleó 8-1 sin atenuantes a Alianza Lima para cerrar la fase de grupos como el segundo mejor primero de la Copa Libertadores. En conferencia de prensa, Marcelo Gallardo se permitió bromear y hasta le encargó un favor a Manchester City sobre el futuro del goleador.
Convertir seis goles en un partido no es para cualquiera, alcanza con imaginar que a veces con tan solo un grito basta para desahogarse. Pero Julián Álvarez no sabe lo que es el conformismo y la metió x6 en la inolvidable victoria que lo acercó a la cima de los goleadores de la era Gallardo. A eso mismo se refirió el entrenador, que elogió la tarea del 9 en la noche del aniversario y hasta se animó a especular con la posibilidad de retenerlo otro semestre más. «Hay un equipo que hizo una gran inversión y se lleva un diamante en bruto. Somos países exportadores de futbolistas. Se nos han ido muchos en este tiempo y hemos intentado sobrevivir a esas partidas. Reemplazar a Julián no va a ser nada fácil. Lo más posible es que llegue a octavos de Copa Libertadores y luego se vaya a su nuevo equipo… Si nos lo quieren ceder hasta fin de año, vamos a estar muy agradecidos», indicó sobre el deseo de Manchester City y la necesidad de mantenerlo en River por la dificultad de encontrarle un buen reemplazante.
La cosecha de 16 unidades sobre 18 posibles dejó satisfecho al Muñeco ya que es la mejor performance de fase de grupos durante su mandato, lo cual incluye la respuesta individual de algunos futbolistas sumado al acierto colectivo como equipo en tramos puntuales: «Hemos logrado una muy buena cantidad de puntos. Espero que el próximo semestre sea con las mismas buenas sensaciones que nos llevamos esta noche. Los jugadores siempre han tenido un periodo de adaptación normal. Es un proceso que hay que atravesar y muchos que han llegado están en ese proceso. El tiempo les va a dar mayor confianza».
Sin embargo, a la espera del sorteo de los Octavos de final, el nivel debe mejorar para consolidar la idea que pregona el cuerpo técnico y así alcanzar el objetivo. Esa mejoría es una de las tareas pendientes y lo tiene asumido públicamente. «En esta primera parte del año hemos sido irregulares y hay que reconocerlo. Pero nosotros no perdemos la memoria. Podemos hacer buenos o malos partidos, pero rápidamente recuperamos la memoria de lo que somos y el equipo vuelve a mostrar cosas buenas. Vamos a tratar de mantener la base del equipo y sostenernos, más allá de la salida de Julián. Uno de los objetivos del primer semestre nos costó (el torneo) y el otro lo cumplimos con creces (la Copa Libertadores)», repasó.
El mercado de pases está abierto y la desesperación reinante no entorpece el norte del club, que se moverá sigilosamente para reforzar el plantel, que como si fuera poco sufrirá la partida de la Araña: «No sólo cuesta retener futbolistas, sino que también es muy difícil traerlos. Por eso tiene tanto valor poder sostenerse en el tiempo y mantener las mismas intenciones de hace ocho años, mantenernos en la pelea continúa a pesar de las dificultades. Hemos tenido la posibilidad de hacer una muy buena primera fase, eso habla de una gran labor del equipo, porque a veces cuesta mucho más. Ahora arranca una etapa en la que la adrenalina es diferente, las definiciones son mucho más complejas».
Mucho se habló de los errores claves que al Millonario no le permitieron avanzar en la Copa de la Liga, como por ejemplo la floja noche ante Tigre que lo dejó eliminado en Cuartos de final. A lo largo del torneo doméstico hubo varias equivocaciones que le dieron chances al rival de turno y se pagaron muy caras. El mensaje, sin embargo, siempre el mismo: «Tengo que transmitir convencimiento y confianza sobre nuestra manera de jugar. Esas son nuestras intenciones. Después están los rivales, que también juegan y se preparan para competir. Por eso muchas veces tener un estilo es lo más difícil de conseguir. Nos reconocemos en una idea, pero hay veces que no la podemos desarrollar porque los rivales también juegan. Por eso no nos podemos volver locos ante una derrota y pensar en cambiar todo. La idea madre, cuando hay convencimiento, no se debe modificar. A mí no me convence que si ganás sos el mejor. No, vos sos el mejor si te sostenés en el tiempo. Después te puede tocar ganar o perder porque esas son las reglas del juego. Nos gusta ganar, como a todos. Pero sentimos que siempre podemos ser mejores. Para mi es un placer y eso me identifica con esta camiseta», cerró tajante.
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