Por María Gabriela Parra
El 17 de septiembre de 1929, en Buenos Aires, nacía Eliseo Prado, gloria futbolística del River de los años ’50, integrante de la segunda delantera más recordada por la entidad millonaria, conocida como «La Maquinita».
El «Doctor», tal como lo apodaban por su profesión de odontólogo, debutó en River en 1949, por una huelga de jugadores profesionales que terminó poco tiempo después con el éxodo de grandes figuras del fútbol argentino a Colombia. Fue recién ahí, en 1951, cuando el joven delantero logró pasar de la Reserva a Primera y comenzó a ganarse el puesto a fuerza de goles y grandes actuaciones.
Con la explosión del recordado atacante uruguayo Walter Gómez, Prado tuvo que ceder su lugar y pasó a jugar como entreala derecha. Con ellos dos, más la presencia de Santiago Vernazza, Ángel Labruna y Féliz Loustau, se formó otra delantera aplanadora, que se cansó de dar vueltas olímpicas: fue bicampeón en 1952 y 1953 y ganó el primer tricampeonato de la historia de River entre los años 1955 y 1975 (estuvo a punto de lograr un récord inalcanzable de 6 títulos en seis años si la racha campeona no se cortaba en 1954).
Su talento con la pelota no le impidió formarse como profesional. En 1954 se recibió de odontólogo. Por aquél entonces entrenaba tres veces por semana y estudiaba por las noches, todo un ejemplo. Sus compañeros lo cargaban al grito de «pasala dentista».
Repasando los números y estadísticas, Eliseo Prado vistió durante diez años la camiseta millonaria, entre 1948 y 1958. En esa década, jugó un total de 147 partidos, en los que marcó 61 goles y dio cinco vueltas olímpicas. Fue una de las banderas del River ganador de aquellos años dorados, en los que el grito de ‘Dale campeón‘ era una sana costumbre.
