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Rivarola Copa 96

(INCLUYE AUDIO Y VIDEO) En diálogo con LA MÁQUINA RADIO, Guillermo Rivarola revivió la obtención de la Copa Libertadores 1996, a 20 años de su conquista. Destacó el grupo humano, la jerarquía del plantel y el poderío del equipo de Ramón jugando de local. Además, resaltó lo que fue el recibimiento del público en la final ante América de Cali: «Estábamos a tres o cuatro metros y no nos veíamos por el humo, los papelitos, todo lo que había, fue impresionante», indicó.

El 26 de junio de 1996 fue uno de los días más felices para todos los hinchas de River. Sobre todo, para una generación que no tuvoi la fortuna de vivir el histórico equipo de 1986 y presenció en el Monumental una «remake» de aquella final. Justo frente al poderoso América de Cali. Justo con otro ídolo que volvió al club, Enzo Francescoli, para coronar la segunda Copa Libertadores de la historia millonaria.

En diálogo telefónico con LA MÁQUINA RADIO, Guillermo Rivarola revivó aquella conquista continental, veinta años después, y resaltó una de las grandes virtudes que tuvo ese plantel campeón de América: «El grupo era maravilloso. Justo hoy fuimos a comer con Leo Astrada, Hernán Díaz, el Mono Burgos y Enzo. Este grupo del ’96 fue de esa manera. Teníamos un grupo humano excelente, más allá de lo que eran como futbolistas», aseguró el Tiburón.

A la hora de destacar los momentos bisagra de aquella Copa, el ex-defensor de La Banda remarcó: «Uno de los partidos que a nosotros nos marcó fue contra Sporting Cristal allá en Perú. Era un partido que si lo perdíamos 3, 4 o 5 a 0 era justo, porque la verdad que Cristal nos llegaba por todos lados, le faltó la contundencia gracias a Dios. Después medio sobre la hora descontó Hernán Crespo, nos pusimos 2 a 1. Cuando viene Cristal acá les hacemos 5 goles, ya íbamos ganando 3 a 0 en el primer tiempo», señaló. «Otro partido que marcó fue contra la U de Chile. El que ganaba ese partido iba a ser el campeón de la Copa Libertadores. Por suerte pudimos hacerlo nosotros». Y agregó: «Nosotros sabíamos que eramos muy fuertes de local, era muy difícil que perdiésemos acá. Cuando íbamos a jugar de visitante sabíamos que si nos tocaba perder, que fuera por la mínima, porque en nuestra cancha lo revertíamos a los partidos. Nosotros sabemos que esa copa la ganamos de local, más allá de los resultados que podíamos sacar de visitante», afirmó. 

A la hora de repasar la final ante el América de Cali, Guillermo Rivarola destacó el papel que jugaron los hinchas en una de las fiestas más impresionantes de la historia del fútbol: «Habíamos perdido 1 a 0 allá en Colombia y sabíamos que acá lo podíamos dar vuelta, más allá que son partidos y uno nunca sabe lo que puede pasar. Ese día lo de la gente fue impresionante, fue uno de los mejores recibimientos que ha sucedido en el fútbol argentino. Cuando entramos, estábamos a tres o cuatro metros y no nos veíamos por el humo, los papelitos, todo lo que había, fue impresionante. Yo creo que el apoyo ese día de la gente ese día fue fundamental, en el primer gol de Crespo la pelota ni se ve. Lo de la gente fue un espectáculo, nosotros sabíamos que no podíamos defraudarlos», aseguró.

Para finalizar, habló sobre la afinidad del plantel con Ramón Díaz, por entonces cuestionado como entrenador del Más Grande: «La relación era muy buena, había un respeto mutuo. Una de las grandes virtudes que tuvo Ramón con ese plantel es que no cargoseó, le dio un poco de libertad al grupo porque sabía que el grupo podía manejarse solo en el sentido de controlar situaciones en la interna del vestuario. Ramón en ese sentido estuvo atento, pero sabía que tenía un grupo de hombres que hacían bien las cosas. Supo manejar la situación, no fue un técnico cargoso, que quisiera hacer cosas que sabía que el plantel lo hacía por su carácter y la convivencia que tenía en el día a día», cerró.

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