Títulos nacionales e internacionales, partidos inolvidables, identidad de juego, identificación y representación en los hinchas y frases muy recordadas. Todo esto es culpa de una sola persona: Marcelo Gallardo, en sus ocho años como director técnico.
Marcelo Gallardo se convirtió en director técnico de River el 27 de julio de 2014, hace exactamente ocho años. Cualquier persona que tenga un mínimo conocimiento del fútbol argentino, sabrá que mantenerse tantos años al mando de un equipo, aún más en Primera División, es algo totalmente extraordinario y fuera de lo común. Pero él aceptó el reto. Aceptó ser el sucesor y tomar las riendas del equipo que había dejado, ni más ni menos, Ramón Díaz.
Para muchos, la etapa del Muñeco en el Millonario ya había terminado cuando dejó de ser jugador. Pero para otros, un técnico joven, con aspiraciones y salido del club, era el indicado para poder devolverle la impronta y la idea de juego que durante muchos años supo tener River.
Su debut fue en un partido de Copa Argentina contra Ferrocarril Oeste en la provincia de Salta. De dicho partido salió victorioso con un 6-5 en la tanda de penales, luego de igualar sin goles durante los 90 minutos. Ese ansiado y expectante primer partido cumplió tanto dentro como fuera de la cancha. Nadie iba a saber que sería el comienzo de muchos años de gloria y alegrías. El puntapié inicial para llenar las vitrinas del club, con 14 títulos hasta el día de hoy.
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