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Por Gabriel Parra

Un día como hoy, hace 104 años, nacía Carlos Peucelle, uno de los jugadores símbolo por lo que significó su llegada a River Plate.

Carlos Desiderio Peucelle nació el 13 de septiembre de 1908 en Barracas, Ciudad de Buenos Aires. Fue wing y goleador de Sportivo Buenos Aires hasta 1931. Es en ese año cuando cambiará para siempre la historia del fútbol Argentino y de la institución que por aquél entonces ya había mudado su estadio a la zona de Palermo: River Plate abonó la suma de 10.000 pesos por Peucelle, una cifra récord hasta el momento. La llegada del delantero, sumada a la incorporación de Bernabé Ferreyra, llevaron a que al conjunto de la banda roja lo apodaran desde ese día «Los Millonarios».

Lo a podaron “Barullo” por su característica forma de desorientar la marca del rival moviéndose para todos lados. Otro dato curioso en el currículum de Carlos Peucelle es que convirtió el primer gol que River le marcó a Boca en el profesionalismo. Además de un gran goleador, fue uno de esos personajes que tenían una lectura del juego inigualable. Tal es así que hasta algunos es considerado como uno de los padres de «La Máquina».

Con la camiseta de River disputó 307 partidos entre 1931 y 1941. Convirtió 113 goles, 2 de ellos a Boca Juniors. Y dio cuatro vueltas olímpicas con la banda roja cruzándole el pecho.

Con la camiseta de la Selección Argentina, se dio el lujo de ganar una Copa América defendiendo los colores de la Selección Argentina. Además, estuvo presente en la final del Mundial de 1930 contra Uruguay. En ese certamen convirtió 3 tantos, dos a los Estados Unidos y uno en a la final a Uruguay.

Cuando colgó los botines, siguió ligado a River Plate como formador de jugadores.

Hoy cumpliría 104 años, y desde este humilde lugar le rendimos homenaje a uno de los grandes que, valga la redundancia, hizo grande a River de verdad.