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super-1972

(INCLUYE VIDEO) Hoy se cumplen 44 años del superclásico más espectacular de la historia, por las emociones, por una lluvia de goles, y por un triunfo épico e inolvidable de River Plate.

El grito gol de Carlos Morete a los 45 minutos del segundo tiempo todavía sigue retumbando en las paredes del Amalfitani. Y no es para menos. Hace exactamente 44 años, River se llevaba de Liniers una de las victorias más espectaculares de la historia. Fue ante el clásico rival. Fue el superclásico más emotivo de la historia.

En los libros, la historia oficial cuenta que River le ganó a Boca 5 a 4. Lo que la fría letra no logrará explicar es la efervescencia que se vivió aquella jornada en el estadio de Vélez Sársfield, que marcó el inicio del Torneo Nacional de 1972.

En la primera etapa, el millonario tuvo un arranque demoledor. A pura eficacia, anotó dos goles en menos de diez minutos. El primero fue de Eber Mastrángelo, el segundo de Oscar «Pinino» Más de cabeza. Sin embargo, el eterno rival despertó y sobre el final de la primera etapa dio vuelta la hitoria con goles de Curioni, Ponce y Potente. Además, «Perico» Pérez le contuvo un penal a Suñé.

Si todo eso pasó en los primeros 45 minutos, el complemento no se iba a quedar atrás. De arranque, Potente estiró la ventaja para el conjunto de José Varacka. Pero River volvió a creer a través del fuego de sus atacantes. El «Pinino», nuevamente de cabeza, descontó para La Banda a los 12 minutos. A los 17, Morete definió mano a mano ante la salida de Sánchez y silenció a la parcialidad boquense. Otra vez igual. Pero…lo mejor estaba por venir.

A los 45, Carlos Morete se encontró con el arco libre tras un centro pasado de Dominichi y un centro atrás de Mastrángelo. El «Puma» sólo tuvo que pegarle con alma y vida. La pelota infló la red y de inmediato explotó la multitud riverplatense. Fue gol y pitazo final de Luis Pestarino.  El Más Grande se quedaba así con uno de los superclásicos más apasionantes de la historia. Repleto de goles, emociones y un grito final que todavía sigue retumbando en Liniers y alrededores.