Un día como hoy, hace treinta años, River se consagraba campeón de la Copa Intercontinental ante el Steaua de Bucarest, con el recordado gol de Antonio Alzamendi. El mundo, a los pies del Más Grande.

1986 fue, sin temor a equivocarnos, el mejor año de River en su gloriosa historia. Ganó de punta a punta el campeonato de Primera División ’85/’86, con vuelta olímpica en la Bombonera y una tarde inolvidable del Beto Alonso. Poco después, levantó por primera vez la Copa Libertadores ante el América de Cali. Y tenía la chance de cerrar el año con otro título inédito para la institución: la Copa Intercontinental.

El 14 de diciembre de 1986, el Estadio Nacional de Tokyo recibió al Más Grande de América y al Steaua de Bucarest, campeón de la Champions League, que venía de vencer al Barcelona por penales en la final. Un equipo durísimo, integrado por futbolistas que conformaban la base de la selección rumana. .

Pero al equipo del Bambino no lo asustaba nada. Tenía jerarquía, tenía jugadores distintos, tenía una solidez defensiva entrañable y el carácter que necesitan los grandes planteles para quedar en la historia. Era un equipo de hombres. Quizá, esa era la mayor virtud de ese grupo. Por eso, pese al durísimo partido que presentó el elenco europeo, River marcó la diferencia a través de un pequeño detalle: la viveza del Beto Alonso para habilitar a Antonio Alzamendi cuando todos los rivales le dieron la espalda a una pelota detenida.

Antonio Alzamendi, explosivo delantero uruguayo que se entendía a la perfección con el Beto, definió con la ayuda del palo y el arquero rival. Lo gritó con una carrera interminable, como le gustaba hacer en la pista atlética del Monumental. Con su festejo, a miles de kilómetros del estadio Antonio Vespucio Liberti, convirtió el gol más determinante de la historia de River.

El final es harto conocido. Abrazos y la Copa Intercontinental en alto. Un merecido cierre de ciclo para un plantel que sólo le quedaba conquistar la Interamericana, y lo hizo seis meses después. Un River ganador. Un River imbatible. Un River para la historia. El mundo, rendido a los pies de River.