(Incluye audio) En diálogo exclusivo con LA MÁQUINA, Héctor Veira habló del River de Ramón, las complicaciones que traerá la altura para Leo Ponzio y recordó cómo vivió desde la otra vereda el histórico superclásico del Clausura ’97 que terminó igualado 3 a 3.
Héctor Rodolfo Veira está hace años retirado de la dirección técnica. Hoy, disfruta la profesión desde otro lugar, como manager deportivo de San Lorenzo. Pero no deja de mirar fútbol permanentemente, y sigue de manera particular la actualidad del conjunto millonario. En diálogo con LA MÁQUINA, el «Bambino» señaló: «El presente de River es bueno, hay buen plantel, hay un buen equipo dentro del campo de juego, está en buen camino».
La llegada del entrenador más ganador de la historia de River marcó un antes y un después en el andar del equipo. El «Bambino», otro DT que ganó títulos importantes en el banco millonario, también se refirió al efecto que produjo el riojano con su regreso a Nuñez: «Ramón es sinónimo de River, cualquier jugador se motiva mucho más siendo él el entrenador. Pero River tiene buenos jugadores, sobre todo buenos delanteros».
La Selección Argentina jugará en unas horas por Eliminatorias en Bolivia. Héctor Veira, ex entrenador de aquella selección, conoce bien los efectos que producen los 3.6000 metros en La Paz: «No hay temerle a la altura. Hay organismos que se adaptan bien y otros que no», señaló el «Bambino», que se refirió también a la recuperación de Leo Ponzio: «Tiene una gran potencia física, no creo que le pase nada por estar en la altura y volver al llano».
El «Bambino» Veira es uno de esos pocos casos que, siendo DT tanto de River como de Boca, es respetado por todos. Y en ese tren de las paradojas, recuerda con una sonrisa aquél superclásico de marzo de 1997, que culminó con el heroico empate de Celso Ayala: «El 3 a 3 con Boca fue un partido maravilloso, fue un espectáculo extraordinario. Fue uno de los grandes clásicos que se vio en el fútbol argentino. Casi pierdo ese partido».
Por último, Héctor Veira repasó los mejores años de su carrera como entrenador, defendiendo el banco millonario: «Tuve un plantel extraordinario, que ganó la triple corona. Esos jugadores se mataron por ganar la Copa Libertadores y dársela al hincha de River. Era un plantel muy ganador. Todo lo que jugaba lo ganaba, nunca jugaba con displicencia. La mente de esos jugadores se había acostumbrado a ganar», recordó el Bambino, y agregó: «Quiero mucho a la gente de River, pasé tres años maravillosos, tengo una gran cantidad de amigos ahí».
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