Notice: Trying to access array offset on value of type bool in /home4/maquina/public_html/wp-content/plugins/wp-scheduled-posts/includes/Social/Facebook.php on line 136
Isotipo_Figuras3

Por Sergio Bogochwal

Con el apoyo de aproximadamente 200 hinchas –más de los locales que se acercaron al predio que el conjunto xeneize posee en Villa Luzuriaga-, las divisiones menores del Millonario cumplieron un buen papel y merecieron llevarse todos los puntos a Núñez, pero las fallas en definición y la poca fortuna se lo impidieron.

La mañana arrancó con la Séptima, que buscaba una victoria para birlarle la cima de la tabla de posiciones a los locales. El encuentro arrancó parejo, con River asumiendo mayor protagonismo tras los minutos iniciales. Sebastián Driussi desde afuera del área tuvo la primera y a Tomás Andrade el travesaño le dijo que no. Lucas Boyé también estrelló la pelota contra el travesaño tras un centro de Brian Villanueva, quien se mostró muy activo y fue uno de los más desequilibrantes de la visita. Villanueva y Andrade se movían con criterio por todo el frente de ataque y, a fuerza de desbordes, complicaban a la defensa de Boca. A los 40 de la etapa inicial, Villanueva lo tuvo con una palomita que se fue apenas desviada. Dicen que los goles que se pierden en el arco rival, se sufren en el propio. Y así fue. Cuando se moría el primer tiempo, Padilla,  tras una gran atajada de Augusto Batalla, recogió un rebote y puso el 1 a 0. Inmerecidamente, River se iba en desventaja al descanso.

Y en la segunda etapa siguió yendo, aunque Boca se cerró bien atrás y salía de contra. Driussi, la figura del equipo, no encontraba espacios, y sólo hubo lugar para un remate que se fue afuera de Andrade, tras una gran jugada de Villanueva, otra de Franco Torres y algunas jugadas aisladas. Pero la suerte no estaba del lado del Millonario y, tras varias excelentes intervenciones de Batalla para evitar que los locales amplíen el marcador, Cristaldo puso el 2 a 0 y liquidó el pleito. La Séptima mereció mejor suerte, pero demostró ser superior al líder de la categoría.

La figura: Brian Villanueva

Luego, llegó el turno de la Octava. Los dirigidos por Luigi Villalba arrancaron dominando el trámite del juego. A los 10 de la primera etapa, una mala salida de Nahuel Cajal casi quiebra el cero en el arco Millonario, pero a los 23 Federico Lavallén peleó una pelota en el área rival, la ganó y mandó un centro bajo que interceptó Nicolás Godoy, quien se encargó de poner el 1 a 0 con un disparo rasante. A partir de ahí, el conjunto local tomó la iniciativa del juego, pero no generó situaciones de riesgo. Ya en la segunda etapa, River se paró de contra y pudo haber aumentado la ventaja con dos chances de gol del habilidoso ecuatoriano Abel Casquete –de características muy similares a Juan Cazares-. Y finalmente logró estirar la ventaja gracias a un cabezazo de Emanuel Ventos. A partir de allí, el partido estaba liquidado. River estaba más cerca del tercero que Boca del descuento, y desperdiciaba situaciones que enloquecían a Villalba. Pero la victoria no corrió peligro, y fue todo felicidad para los chicos de la Octava, que terminaron festejando abrazados en el medio de la cancha, al grito de “Soy de River”.

Las figuras: Federico Lavallén y Nicolás Godoy

En el último turno, la Novena cayó 3 a 2, en un partido parejo, que podía haberse definido para cualquiera de los dos bandos. La división más chica, dirigida por Cristian Manfredi, arrancó 1 a 0 abajo. Lucas Ferráz Vila estampó la igualdad y deliraba el público al son de los bombos y agitando globos para arengar a sus jugadores. Pero Boca se puso nuevamente en ventaja rápidamente. En la segunda etapa estiró el marcador a 3 a 1 y, pese al esfuerzo y el descuento de Ferráz Vila –figura y goleador del equipo-, los centros y la presión sobre el campo xeneize no fueron suficientes para lograr la igualdad.

La figura: Lucas Ferráz Vila