(INCLUYE VIDEO) Un día como hoy, hace 43 años, River Plate se quedó con el superclásico más emocionante de la historia. Fue 5 a 4, con remontada incluida y un gol agónico del «Puma» Morete que todavía se sigue gritando.
Fue, sin lugar a dudas, una de las mayores alegrías en esos años esquivos. Porque River llevaba 15 años sin vueltas olímpicas, después del recordado tricampeonato de 1957. Pero a Boca había que ganarle siempre. Y la década del ’70 fue una de las más fructíferas en el terreno de los superclásicos.
El Torneo Nacional de 1972 fue un certamen atípico, porque hubo una primera fase que dividió a los equipos en zona y presentó en su primera fecha un superclásico en terreno neutral. El viejo estadio Amalfitani fue el escenario elegido para un partido que terminará quedando en la historia por todos los condimentos que tuvo.
River tuvo un arranque demoledor. Dos goles en menos de diez minutos. El primero de Eber Mastrángelo, al minuto de juego. Aumentó el «Pinino» Más de cabeza, luego de un centro al segundo palo de Juan José López. Sin embargo, el eterno rival se despertó. Primero «Perico» Pérez cometió un dudoso penal, pero reparó su error atajando el remate de Suñé desde los doce pasos. Sin embargo, Boca alcanzó el descuento en los pies de Curioni y sobre el final del primer tiempo dio vuelta la historia con tantos de Ponce y Potente.
En el inicio del complemento, Patota Potente estiró la ventaja para el conjunto boquense. Pero el equipo de Didí no bajó los brazos y consiguió el descuento, otra vez desde un cabezazo del Pinino. Cuatro minutos después, apareció Carlos Morete en soledad para definir ante la salida de Sánchez y silenciar la tribuna bostera. Lo mejor estaba por venir. Cuando el reloj marcó 90 minutos, el Puma empujó una pelota que quedó boyando en el medio del área y desató un grito ensordecedor, inolvidable, hermoso. River se quedó con el superclásico más emocionante de todos los tiempos y todavía se sigue festejando.
